Explotaré jadeante con esa magia de tu lengua, tomará mi piel otro color en el repliegue sudoroso tocándome al imitarte, mis dientes harán cicatrices en tus hombros, y en el resto de ti, que busca a tientas ahora mi boca abierta, cegada, desesperada al sol, dibujándose los labios una y otra vez con los dedos, incrustaré mis uñas a tu deseo. Y no, no te espero, ya he acabado, solo me queda quitar el exceso de sudor a los pies de una ducha, tan nutritiva espero, como tu intervención...
Explotaré jadeante con esa magia de tu lengua, tomará mi piel otro color en el repliegue sudoroso tocándome al imitarte, mis dientes harán cicatrices en tus hombros, y en el resto de ti, que busca a tientas ahora mi boca abierta, cegada, desesperada al sol, dibujándose los labios una y otra vez con los dedos, incrustaré mis uñas a tu deseo.
ResponderEliminarY no, no te espero, ya he acabado, solo me queda quitar el exceso de sudor a los pies de una ducha, tan nutritiva espero, como tu intervención...
Anna, SF