Me diseñas...

Ahhhh mi esmerado amante, me das la razón en cuanto te pones a escribir de esa manera! amas y te revuelcas en la cama como escribes.... pero qué te hace pensar que eres el único!? Estoy hecha para vivenciarlos a todos y a todas!, No seas el egoísta erótico disfrazado de enamorado, que no te queda bien en esos ojos de inocencia y en esa boca del pecado. ¿Perra has dicho? Que honor me haces majo! entregarme por entera al momento febril del desenfreno, que se anille mi boca al pensar lamer una punta cálida o una suave hendidura, reclamar para mí la carne ganosa de mi cuerpo, disponer en gracia mi entrepierna abierta para la gloria de unos pocos... no es tan malo.
Pareciera que tu rabia va contenida por ahí mi compañero... tal vez otra os levantó del suelo y os dejó caer suavemente sin previo aviso y ahora deseas permanecer en mí...
Me encantas como escribes, como danzas en mi vientre con tu lengua acerada, dibujando círculos infinitos de placer ¿por qué lo haces si te soy nefasta?, tal vez no me quieras redimir, creo que tú te quieres redimir...eh disfrutado con vos a mi 100%, no quiero atesoraros, ¿quién soy yo para negarle ese impetú a tanta jovencita o mujer extraviada? Nadie!... máscame, muérdeme, cómeme bien y digiereme lentamente y saborea el bocado ¿ te es agradable? para mí tú lo eres. Dejate ir y luego vuelve, pero no me reclames, tú no eres eso!. Por tal motivo me elegiste y yo os elegí.
Abrazame como siempre, sostenme en una estocada, que yo sabré con mi caderas mantenerte en el cielo y mecerte con mis arrullos, en nuestro tiempo... es nuestro no lo olvides, no me guardes rencor... sabes finalmente que yo... ya lo sabes no?

Diseñas...

Cuantas veces puedo morir atravesado por tus traiciones? pareciera que cada labio que tocas es un puñal que atravieza cada entraña

de mi vientre. Te encanta comer de mis ganas, desayunar mis palabras, cenar nuestro infame idilio...

Eres acaso la puta a quien busco redimir?, lamer tus piernas de alabastro, hundirme en tu sexo perfumado, saborear tu entrepierna acaramelada, morder la carne sonrosada, perderme en el abismo de tus ojos. Buscar la esquiva sinceridad y conjugarla con esos segundos que son míos, esos putos segundos que arranco de tu obscena normalidad. Nada es normal conmigo mierda! y lo sabes, pero aún así te complaces en tus juegos retorcidos, el placer no te es esquivo querida... pero conmigo has coqueteado con la muerte, quiero arrancarte tu blanca garganta en un solo mordisco, penetrarte en acero afilado y frío, violar tu lengua hacerla mía por completo, marcarte ese culo hermoso con el fuego pagano de mi lengua, arrancarte esos cabellos oscuros y hacerme un colchón de deseos inmortales, la envidia de tus lisiados amantes.

Exclusividad hija de puta!!!, exclusividad!!! Palabra gritada a los cuatro vientos de la cordura, termino excluido que se te asoma en los labios sonrosados, pero que aún no logras verbalizar... te carcome el mundo y el miedo demoníaco a ser la única sacerdotisa de mi sexo.

Miedo a montar este macho cabrío que te seduce con palabras y te enloquece con la lengua, te he violado la mente y su cordura... pero la normalidad duerme y retoza contigo a diario en tu carne húmeda, en esa bóveda suave, cavernosa de tu sexo. ¿Gemías cierto? ¿Arrítmicamente? acaso el vino esparcido en tu concha sabe mejor que el néctar cristalino del Baphomet perverso que te escribe. ¿Acaso el sexo verbalizado por mi lengua reptilínea no te es suficiente?. Te he escrito en mil y un lenguas muertas en la espalda de tu vida cuán caliente y perro en celo me pongo ante vos. ¿No te es suficiente? tal vez seas el Saturno encarnado en perra y devoras cada acto y palabra amable que lanzas a mi mundo!!!

Te condeno puta de mierda!! ! a buscar mis pasos, a lamer las heridas del prójimo buscando mi sangre, Te condeno a la vigilia mediocre y normal!!!

Te Condeno a buscar sin descanso el amor y el sexo sublimes...

Te condeno a recordar por siempre a la perra, al escritor, al macho cabrío, al amante sangrante de mi carne

Te condeno a olvidar tu propia existencia y dormir por siempre en un "no te alejes"

Te condeno… te condeno a buscarme en cada pedazo de carne.