miércoles, 19 de diciembre de 2012

¿Cómo te va con esa sonrisa?
¿Aún centellean esos ojos arabescos?
¿Tus senos apuñalan como siempre la conciencia de un amante ocasional?
¿Gruñen al morder tus pezones maduros?
¿Aún la hierva y su tierra húmeda cosechan en ti la sexualidad anónima?
Tal vez esta lluvia de diciembre te incita a cazar…
¿Todavía tus dedos tocan tus labios de manera sugerente cuando recuerdas?
Acaso nuestro pequeño espejo y su sonrisa diaria, te recuerdan lo potente que aún somos?

jueves, 15 de noviembre de 2012

Dime... ¿cómo se llamaba la banda que tanto escuchábamos, y me encantaba? esa que se desarmó un poco antes que nosotros, o que mi yo del tú. Recuerdas?

jueves, 25 de octubre de 2012

Mi frágil niña de Abril

Morder la carne y hacerla satisfacción, robarte a pequeños momentos el placer de tu juventud, jugar mientras tantos con tus pequeños botones sonrosados, mis brazos abarcando esa delgada e indefensa espalda, disfrutar con sacarte el aire con tan sólo un pequeño apretón, soltar mis dedos desesperados en tus caderas fabulosas mientras mi lengua desatada vierte el miedo en tus pechos, ese miedo de ser tu misma al comer la madura hombría. Dibujar con mi carne erecta cuál caracol estival en busca de tu humedad, trazando el mapa de mi toque maduro. Mi frágil niña de Abril... escuchar en tu desesperada boca "entra ya..." ¿apurar la pequeña muerte?, sonrío, prefiero tu agonía dulce en mis labios, sembrarte con la punta de mi lengua y cosechar tus quejidos débiles y tímidos... levantar tus muslos y besar su cara interna, oler... poner mi nariz lobuna en la entrepierna y respirar toda esa inocencia sucia de tus 20 abriles.

viernes, 3 de agosto de 2012

Accidentalmente hoy mordí mis labios y mi propia sangre me recordó tus besos ensangrentados, dolió esa primera vez pero deslizaste tu lengua suavemente en mi labio sangrante, hiciste descansar unos segundos la punta de tu lengua en la herida abierta y luego te hundiste en la tibia mezcla... Esbozo una sonrisa y el anhelo de esas noches y sus escapadas alocadas vuelven a mi en olores y sensaciones latentes. Los cuentos duermen las palabras callan pero el gemido de tu boca aun hace eco en la noche de mis sueños.