viernes, 3 de agosto de 2012

Accidentalmente hoy mordí mis labios y mi propia sangre me recordó tus besos ensangrentados, dolió esa primera vez pero deslizaste tu lengua suavemente en mi labio sangrante, hiciste descansar unos segundos la punta de tu lengua en la herida abierta y luego te hundiste en la tibia mezcla... Esbozo una sonrisa y el anhelo de esas noches y sus escapadas alocadas vuelven a mi en olores y sensaciones latentes. Los cuentos duermen las palabras callan pero el gemido de tu boca aun hace eco en la noche de mis sueños.