Noches en la ciudad...

Te gusta sentir como escritor,
Y ni cuenta te das,
De que no experimentas,
Eso de que tanto hablas por computador,
y llamas vida,
entras a un bar que promete best seller,
y te quedas a lo Neruda,
con miradas y tintas llorosas en una servilleta,
(que nadie enmarcará reluciente con tu firma y letra)
Papel sucio que ni la marca de tu cerveza recoge.
Ves a la mesera y ya tienes hijos con ella,
Seguramente ha de follar como los dioses en un callejón,
O en el baño poco limpio del bar,
Donde revotan nada más que tus épicos sueños.
Te levantas de la silla, pagas la cuenta, le guiñas un ojo a la mesera,
Sabiendo que la próxima semana en su turno para pagar la universidad,
ella esperará por ti.
Llegas a tu cama, y te sientes héroe, incluso musculoso,
Por tener el mundo a tus pies,
Escrito y limitado,
porque ni la voz sacas en la realidad de humo que te engrasa las ideas,
Pero lo tienes,
Ahí, en tu almohada,
Caminando con el universo alineado a tus pasos,
El mundo,
Está a tus pies.
A tu salud,
y diferencia,
Vivo el despertar en un baño de cualquier bar,
con la gloria que me da la cirrosis,
y sin más poética, que los gritos del dueño,
a quien nada le importa mi escote.
Tal vez ... y quizás por estar en permanente oferta,
en eso consistan las noches,
en la ciudad.

No fue nada.

Es así. Cruzar trasversar el clima todo el agua las metáforas las sombras los helechos las pérgolas las vistas marinas la brisa mojada los vidrios de arena las aves los movimientos terrestres, las voluptuosidades falsas, los lapsos efímeros de poesía poética, los disparates, los tragos las risas las cartas de naipe los cds preferidos la programación de la compu, la tarde la vista las velas y sus alargadas llamas las copas vacías las tapas el queso las galletillas mordidas las aceitunas negras los corchos los tiempos el baile sin ritmo las medias desviadas los roces de falda de enagua perdidas del parque la vista la sombra la niebla, el disparate de flores los reflejos de vidrio las guirnaldas doradas los humos muy finos los ceniceros ocres y el luto marino todos los movimientos de los cigarrillos subiendo y bajando de la boca al vacío mientras algunos siguen riendo entre mí y vos, al otro lado y esperas a que no sé que pase más que mirando, y la ceja que levantas y yo que me parto: el labio. Me duele, me calmo. No fue nada. Por fin te acercaste…

Ja ja! Círculos!…

Ja ja! Círculos!… sabes que me matas con los círculos, es la figura que más me gusta, tan curva tan redonda como tú eres soberbiamente… Siempre completa y absoluta, ama, cerrojo y llave. Ahora soy carnívora de plantas, comeré todas tus orquídeas, solo déjamelas aquí para destrozarlas… Mi lengua en ti será mi siembra del día… No me distraigas salivando tus senos, solo siénteme…  mi fiesta es tu erupción…, gime, sí, eso sí… me encanta escucharte. Aunque sea por entre la división interna de los dormitorios… cuando te bañas… cuando te reclinas a mirarte los labios en el espejo y no sabes que te miro, cuando se desacomoda ese encaje en el borde de tu pantaleta dejándote entrever el coño… No sé si me entenderás me enciendo con voz mirando a otra en este momento. Aquí hay una chica que está buenísima y me recuerda a vos. Sonríe lascivamente y ha venido sin brassier a la entrevista… Como esa vez que te acercaste mojada con tu camiseta echa un nudo y te rozaste adrede sobre mí para tomar la cerveza, ¿recuerdas?... qué rico… No pude dejar de pensarte en toda la noche, solo pensaba en chuparte las gotas que aun traías puestas… Lo cierto es que esta niña está inquieta en la sala de espera, fuma como vos solo le falta el café y tu blusa blanca sin el botón del centro… Hoy amanecí siendo totalmente conciente de mi cuerpo. Totalmente despierta la piel a flor. Enseguida hice a tocar mis muslos y me sentí vibrante como cuando estamos juntas… Por supuesto que lo hice… aun tengo el espejo y dupliqué como pensando que lo hacía para que me miraras… Fue tan intenso… Vaya ya debo colgar, la modelo ya se ha cambiado, y debo tomarle las fotos…

Sin rodeos...monta en mi deseo.

Ven acá! y déjame tocarte las bragas, sentir esa humedad anormal que desborda y empapa mis sentidos, hundir mi nariz oliendo el almizcle de tu sexo , tocar ese clítoris abultado con el hálito de mi entrecortada respiración, posar la canina lengua lamiendo la entrepierna bendita, herida no cicatrizada de encuentros pasados. Entrometer impertinente mis ásperos dedos, hacer giros en espiral, buscar el lubricado fondo y remover a los otros, cercenar el recuerdo del ayer siendo tu querido impostor... Morderé tus ganas y levantaré tus pezones, serán directa competencia con mi propia carne, sacaré de esa boca roja y generosa ese "hijo de puta !!!" rabioso que lanzas a mis oídos, tus uñas violarán mis espaldas y de aquellos surcos brotarán cientos de estocadas... puta de mierda, hembra en celo! caverna húmeda y embriagante, gruñiré dejando la cordura en un cajón... morderé tu cuello y tu sonreirás en la locura
déjame culearte... otra vez.