EROTIZARTE

Querida E.

Me pides que te erotize, no necesitas pedir lo que ya tienes, lo que es tuyo, sólo úsalo.

¿Quieres mis manos?, las mismas que amasan tus pechos, las que exploran tus cavidades y lugares secretos, las que se humedecen al tocar tu sexo lubricado y expectante.

¿Quieres mi boca?, la que absorbe tus labios queriendo arrancar el rojo de tu brasas, la que recorre cada centímetro de tu caldeada anatomía buscando el tesoro más escondido, ese que se anuncia a golpe de tus gemidos, que enloquece mi búsqueda de tu centro de gravedad, de placer insensato y desatado; la lengua que degusta la guinda de tus pezones.

¿Quieres quizá mi miembro?, ese que te espera agazapado para penetrar en tus entrañas ardiéntes, que sólo vive cuando está dentro de tí, de tu cuerpo arqueado y jadeante, que acelera sus impulsos al ritmo de tus besos depredadores y que estalla con su lluvia de mieles jugosas, amores liquados, de vida sobre la vida.

Todo eso es tuyo, como también mi mente que no para de pensarte y desearte; de sentir a esta hembra hechicera, caido ante tus conjuros, esposado con las cadenas de tu cabello, rendido ante el altar de tu cuerpo.

¿Erotizarte?, no me lo pidas, úsame.

J.Carlos