lunes, 9 de abril de 2018

Never let me go....(un susurro en el ruido, una piedra al agua)

Camino por las paredes que has construido,
quizás me esté quedando ciego,
tan vacío.
Tuve en aquel siempre que somos una delgada certeza de sangre correr,
la tuya,
en mis venas,
cruzando tu voz por mis latidos,
alimentando tu saliva mis pulsaciones.
Después de ti, hubo tenues fragilidades, y tanto silencio sordo en esas manos aspirantes,
labios insanos, mediocres agonías, cáscaras de intensidades. Pero quise creer, quise Ser
sin ti. Quise de vuelta mi piel, quise mi carne sólo para mí, quise que los miedos me
pertenecieran solo a mí, quise dejar de sentirte atrapada entre mis huesos y tu piel.
Never let me go...
Rasco en  mi habitación el desahogo de la guitarra, sus gritos me recuerdan tu aliento
apretado entre mis dedos, mis manos heridas dentro de tu cintura.
Tal vez nos hemos repetido más vidas de las que adeudo.
(Nos hemos dado existencia recíproca)
Héroes caídos, eres tan yo como soy tú.
Tengo tu olor guardado en una pequeña caja, se abre cada eclipse para sentir la verdad,
Esa única desnudez de todas las cosas,
Despierto lamiendo tus humedades por las escaleras de cualquier edificio en el
centro de al ciudad.
Y puedes decir lo que quieras por la paz, pero sabes que no soy yo quien podría
rechazarte,
Soy el perro que desespera por tu celo,
que a veces confunde y se enreda en caldos huérfanos y quiere desentenderse
de tus sabores agrios frutales, pero no puede dejar de buscarte (en tantas
membranas como branquias he abierto en mi espalda)
Para ese único pacto, única caída.

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