lunes, 15 de noviembre de 2010

Carta sin destinatario


18 julio 2012
Dejaste la puerta abierta y el aire entrelazado entre preguntas y dulces momentos. Ok lo reconozco que es de tu esencia partir así …sin más. Ya hace un mes que no sé de ti, tal vez la creatividad se hizo agua entre nuestras manos, yo tocaba y tú cantabas ese era el trato y si bien es cierto nos dábamos nuestras licencias más allá de la típica cercanía física, reconozco que sobrepasamos el límite creativo. Pero me debes conceder que eso hacía más intenso nuestro trabajo. Recuerdo aquella vez de invierno en que revisabas mi ordenador buscando alguna pista o un sampler para nuestro tema, yo sentado miraba esas caderas tan tuyas moviéndose al compás de un erótico triphop, solté la guitarra y fui lo más predecible que pude ser en ese momento… lo demás ya lo sabes.
Esta carta me  sabe a nada y lo más probable que a vos también, no es pretenciosa ni estudiada pero ahora en este momento tu ausencia me llega como un ladrillazo en las sienes. ¿Qué hago sin tu voz?, ¿Qué hacer ante la ausencia de tu cuerpo?, podrás responder con tu característico tono… ”¡hey! es costumbre no?”. En otras circunstancias te diría que si… hoy no tengo ganas de discutir con vos. Lo curioso de todo esto es que mis dedos me duelen al tocar las cuerdas y su acero. Nunca lo supe y tal vez al crear el track list en mi I-Pod inconscientemente lo reconocía, reconocía tu partida “vale -me dije- escucharé música en español…” no sabía que estos temas escogidos me sonarían tan propios, tan nuestros hoy.
Un café, cigarrillo y música… me encantaría tener otra taza a quien servir
Dos palabras.

2 comentarios:

  1. Me gustó lo de otra taza seguido de dos palabras.
    "me encantaría tener otra taza, a quien servir
    dos palabras".
    Saludos

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